sábado, 31 de diciembre de 2011

2012, el año de las reformas


Último día. Los 365 días más impresionantes que he vivido. Un ritmo frenético de acontecimientos llenos de intensidad, tensión y emoción que han marcado el inicio de cambios trascendentes en numerosas regiones del planeta.

África y Europa como grandes protagonistas.  El año en que la crisis cumplió mayoría de edad (¡Y todavía queda!). El año de Merkel. El año de los indignados, las revoluciones africanas y la JMJ madrileña. Un año en el que se ha puesto a prueba los medios de comunicación y los avances tecnológicos. Un año muy bélico y sangriento, pero también muy esperanzador, en el que muchos hemos vivido unas primeras experiencias inolvidables.

Solo hay que ver los análisis, resumenes, crónicas y vídeos que hacen los distintos periódicos aglomerando los principales acontecimientos. Pero, ¿por qué ha sido tan impresionante? ¿Quiénes y qué han sido los protagonistas? ¿Cuáles son las claves del 2011? ¿Qué ha cambiado? ¿Cómo lo recordaremos?

Todo lo ocurrido sigue teniendo todavía protagonismo en las portadas de los periódicos, son palabras en la radio, imágenes en la televisión... ¡Todavía! El tema está en la constancia de los cambios, en ese ritmo que nos tenía en vilo a todas horas. Puede ser, que esté ahí la gracia del asunto. No ha sido un año de transformaciones superficiales o aparentes, sino de situaciones profundas y significativas. Acciones y eventos proyectados a largo plazo, muy duraderos cuya evolución dinámica ha marcado un antes y un después, y cuyos frutos serán desvelados en el 2012. Y todo por la gravedad del momento que vivimos, esa crisis económica y política que no nos deja en paz.

Será por las redes sociales, por la relevancia del hecho, por la cantidad de información visual (hemos podido ver en directo el terremoto de Japón, cómo apresaban a Gadafi, varias bodas, cómo la policia cargaba contra los indignados...) pero sobre todo porque se ha vivido con mucha intensidad, siendo testigos de hechos que han evolucionado formando cadenas de efecto dominó que han ido globalizando cada evento.

Por otro lado, como me decía un amigo: "Personalmente, ha sido un año más, he tenido el mismo horario de trabajo, he cobrado lo mismo, he seguido haciendo lo de cada año..." Puede que me esté flipando un poco mucho diciendo que este año ha sido espectacular y tal, pero de verdad que creo que ha sido un gran año.

Se puede titular de mil formas: El año de las protestas, el año de las revoluciones árabes, el año de los recortes, el año de la crisis europea, el año de los 5 millones de parados, el año del principio del fin de ETA, el año en el que el PSOE se hundió, el año de los desastres (Japón, Lorca, el Huracán Irene, El Hierro...), el año de de la boda de la duquesa de Alba, el año de la Ley Antitabaco y la crisis del Pepino, el año en el que llegamos a los 7.000 millones de habitantes, etc.

Pero lo que pasó, pasó ¿Qué esperáis del nuevo año?



























PERO...







sábado, 5 de noviembre de 2011

¿Cómo comunicar la Fe?


 A las diez de la mañana se han abierto las puertas de la Facultad de Comunicación en la Universidad de Navarra donde se está celebrando la Jornada de la comunicación de la fe en la opinión pública

Centrándome en la conferencia de Juan Manuel Mora, vicerrector de la comunicación de la universidad, me ha parecido una exposición clara y positiva de cómo debe transmitir el cristiano la alegría de la fe.

Con estas palabras ha introducido J. M. Mora su exposición: “La comunicación de la fe es una cuestión antigua, presente en los dos mil años de vida de la comunidad cristiana, que siempre se ha considerado mensajera de una noticia que le ha sido revelada y es digna de ser comunicada. Pero es también una cuestión de candente actualidad. Desde Pablo VI hasta Benedicto XVI, los Papas no han dejado de señalar la necesidad de mejorar la comunicación la fe”.

Somos portadores de una buena noticia, que se ha manifestado desde hace dos mil años en el arte, las universidades, la familia y diversos ámbitos. ¿Por qué los emperadores romanos perseguían a los cristianos? ¿Qué hacían para ser echados a los leones? ¿Es que se expresaban mal? Ellos, básicamente se dedicaban a amar a los demás. Así se comunicaban, en medio de una sociedad corrupta y hedonista, ellos comunicaban su mensaje mediante la caridad y siendo positivos. Era una comunicación impactante, por eso cada vez había más cristianos. Muchos fueron mártires, pero lo que está claro es que todos tenían gran entusiasmo para comunicar un mensaje antiguo y nuevo. Y hoy en día, se requiere una nueva evangelización dado que nuestra sociedad es cristiana, la cultura europea se llama cristiana, pero hemos perdido la memoria. Y para recordar de nuevo, no podemos volver a comunicar como la primera vez. Hay que suscitar una nueva curiosidad.

Y dice J. M. Mora: “Ante la sociedad democrática, relativista, compleja y con una jerarquía de valores contraria a la que proponemos, se necesita un nuevo ardor, método y expresión para poder comunicar la fe”.

¿Esto es posible? ¿Realmente es posible comunicar la fe ante tanta ignorancia religiosa, ante la histórica secularización de la sociedad, ante tanta intolerancia y violencia laicista? ¿O es demasiado quijotesco?

La respuesta es un sí enorme. Como hizo Miguel Ángel, con veinticinco años, esculpiendo la Pietà, buscando comunicar una idea, una esencia. El joven italiano supo sintetizar forma y fondo en una obra maestra.  Así hay que comunicar.

Para esto, J. M. Mora propone diez claves para comunicar la fe en cuanto al mensaje, la persona y el modo:

            En cuanto al mensaje, ante todo tiene que ser un mensaje positivo. Las audiencias captan las malas noticias y las críticas. Pero la gente secunda proyectos positivos. Es un sí al hombre, a la vida, a la solidaridad, a la ecología, a las virtudes y a la libertad. Debemos aprender a reformular lo negativo en positivo. En vez de hablar sobre los puntos en los que estamos desacuerdo, ¿por qué no exponemos los puntos en los que estamos de acuerdo y potenciamos ideas afirmativas? Enciende una lumbre y deja de maldecir la oscuridad.

En segundo lugar, que sea un mensaje relevante, significativo, una iluminación. No es discutir para vencer, sino, dialogar para convencer desinteresadamente.

Tercero, comunicar una idea clara. Tengamos en cuenta que la comunicación no es lo que explicamos sino como nos entienden los demás. Usemos palabras transparentes y no opacas, hagamos uso de la buena retórica, de una publicidad concreta. A veces, una buena metáfora es más eficaz que diez minutos de sermón.

            Relativo a la persona, el cristiano que comunica debe tener credibilidad. En vez mostrar nuestra propia credibilidad, hacer creíble el mensaje cristiano, mostrando integridad moral y desinterés. Ser auténticos.

Por otro lado, mostrar empatía. Sin ofender. Cuando comuniquemos la fe en la opinión pública hay que tener en cuenta la situación emocional en la que se encuentran las personas. Deshagámonos de la comunicación fría, juzgadora y excluyente para dar paso a una comunicación sensible que haga entrar en calor a los demás. La iglesia no es policía, es enfermera. 

Cortesía. Necesaria ante la proliferación de una comunicación de gallinero, en la que todos se insultan, mienten y juzgan a los demás. Desmarquémonos y seamos amables porque caballero es al que le dan la razón y al que le llevan la contraria.

            Haciendo referencia al modo, la séptima clave se llama profesionalidad. Ser inteligentes y no ingenuos, y saber comunicar teniendo en cuenta los distintos enfoques con los que se ve la fe. Todos los humanos comunicamos, y el cristiano debe esforzarse por conocer y amar la fe y la forma de comunicarla. 

El segundo principio sobre el modo es la transversalidad. Por ejemplo, en Italia los católicos no plantean su acción pública poniendo su esperanza en un partido. Saben por experiencia que lo importante no es que una formación  política incorpore a su programa la doctrina social cristiana, sino que esos valores se hagan presentes en todos los partidos, de modo transversal.

Finalmente, gradualidad. Seamos pacientes. Al comunicar la fe, no tengamos prisa, como si de un jardín se tratase, donde las flores crecen lentamente, regándolas día a día.

A todos estos principios, le sumamos el punto clave: la caridad. Un cristiano que quiera comunicar su fe debe reflejar alegría, como los cristianos de la antigua Roma, sonriendo, tendiendo siempre la mano, tolerando y respetando.

sábado, 15 de octubre de 2011

Mi barba no tiene tres pelos


Contigo me hice más fuerte, aumentaste mi autoestima y ya nunca estuve solo. Me dices que te cuide, pero no puedo invertir mucho tiempo en ti... Además últimamente estás siendo muy criticada, ¿puedes hacer algo? Podrías crecer pelirroja o liberar cuatro canas, ahí brillando en medio de la oscuridad, pero entonces todos se rallarían como si no hubieran visto nunca un pelo gris ¿Y si te instalas más arriba, por las mejillas? Es que me da la sensación de que pasas de mi, que vas a tu rollo y no sé si te das cuenta de que aquí, el que sufre soy yo, el que recibe las críticas soy yo; no te imaginas lo que es ir cada día a clase y ver la preocupación de tantos por ti, te aman y te odian, pero yo siempre te defiendo. Cuando me dicen que por qué no me corto la barba yo les pregunto que por qué no se cortan ellos la… Y a veces hasta me tengo que inventar el origen de tu aparición estelar en mi mentón hace ya meses, ¿te acuerdas? Todo empezó por una apuesta, que claramente, ganamos.

He pensado que, a partir de ahora, si se meten contigo, les soltaré ese rollo que me contaste hace dos meses sobre la historia de tu familia. De cómo os usaban hace más de cinco mil años para manifestar la soberanía y sabiduría de no sé quién ¿Y los espartanos? Siempre te cayeron mal, porque os dejaban crecer y os trenzaban para ir de machotes. Prefieres más la vida de tus primos de la India, donde crecen libremente, sin recortes, sin jabón… Pero sin duda, tu época favorita es la de los idílicos años sesenta y setenta, cuando disteis la vuelta al mundo a todo color. También pasasteis por malos momentos, sobre todo cuando en los años ochenta los tíos se amariconaron y salió al mercado la Gillete Match 3 Turbo Fusion Explorer con microondas y karaoke

Pero en general, siempre me lo recuerdas, habéis tenido una buena vida. El mundo os ha dado mucho protagonismo, estuvisteis en los grandes acontecimientos mundanos y los grandes personajes de la historia os han llevado con dignidad.

Ten en cuenta que solo me tienes a mi, que como tú, somos incomprendidos por ellos. No nos entienden, y mira que hablo en su lengua, aunque a veces se ríen de mi acento. Pero la verdad es que estoy orgulloso de llevarte conmigo. Te prometo que te tendré más en cuenta, ¿ok? Y sí, mañana retiraré definitivamente la bolsa con cuchillas de afeitar de la estantería, que lleva ahí meses con una leve capa de polvo. 

Gracias por no esconderte cuando más te he necesitado. Ahora toca seguir así, como los grandes barbudos de la historia. Que se enteren de que mi barba no tiene tres pelos.

 Sócrates

 Jesucristo

 Carlomagno

 Santa Claus

 Shakespeare

 Bécquer

 Lincoln

 Darwin

 Che Guevara

 Cat Estevens

Zach Galifianakis


lunes, 10 de octubre de 2011

El presidente poeta


Así será recordado Jose Luis, como un poeta:
"La Tierra no pertenece a nadie
salvo al viento"

jueves, 6 de octubre de 2011

El último gran mago

Estamos aquí­ para dar un mordisco al universo. Si no, ¿Para qué otra cosa podemos estar aquí­?

Esta mañana,  en el desayuno, solo se hablaba de Steve. De que había decidido irse. De que Apple ha perdido a su padre, de que el mundo se ha quedado un poco más huérfano con la muerte de un genio.

Se marcha el hombre que se anticipó al tiempo, una mente maravillosa, la personificación de la innovación, una inspiración mundial, un mito. 

Él arriesgó y ganó. Luego perdió, ganó, perdió, ganó; se caía, se levantaba, fundaba una empresa, lo echaban, lo volvían a contratar… Siempre avanti. Aprovechó todo su talento sin complicarse la vida, poco a poco, escuchando, experimentando y arrasando desde el primer día. Se puede escribir mil cosas sobre su vida, su discurso de Stanford, su relación con Bill Gates, sus inventos… Pero ya tenemos suficiente con twitter y toda la red para leer cómo ha reaccionado el mundo ante tal suceso.

Me ha dado un poco de pena, sobre todo, después de leer el artículo que XLSemanal le dedicaba el pasado domingo, dónde Jobs hablaba sobre su cáncer y su familia. Porque es la típica persona de la que oyes hablar casi cada día. Cada día oyes en los medios algo sobre Apple. Y lo tienes muy presente, de manera que cuando desaparece, te das cuenta del papel que jugaba en este mundo. Y le debemos mucho. Revolucionó la forma en la que el ser humano escribe y diseña en el ordenador y escucha música, habla por teléfono y navega por la Red. 

Dejándose llevar por su imaginación, improvisando y apostando por lo diferente, poco a poco, revolucionó al hombre. Por eso y todo lo demás, será recordado siempre.

sábado, 1 de octubre de 2011

EL TRIUNFO DE LA VERGÜENZA

-Yo no soy chulita, así que ten mucho cuidado, ¿vale?-

Husmeando un blog, pude leer un artículo sobre los españoles más populares del momento en el que según un estudio realizado por Personality Media, el hombre más famoso en España es Pau Gasol, seguido de Rafa Nadal, Iker Casillas, Iniesta, Josep Guardiola… Y entre las mujeres, encontramos a la oscarizada Penélope Cruz, Leticia Ortiz, la duquesa de Alba, etc. La nota desafinada llegó con el nombre de Belén Esteban, quien está entre las diez mujeres más populares de nuestro país ¡Belén Esteban!¡Qué bajón! Qué triste que se le de tanta importancia y se venere a alguien de este calibre (porque las abuelitas y niñas tontas que ven estos programas adoran a la “princesa del pueblo”).

Belén Esteban no tiene estudios. No es guapa, no sabe bailar, no es actriz, no es aristócrata, no está casada con un famoso, no ha ganado un premio importante. Belén Esteban no tiene méritos. Su único mérito ha sido acostarse con un torero. Y de ahí surgió su hija Andreita, el gran chollo. Aún así, hay que admitir que lo que consigue es, como mínimo, digno de ser recordado. En España no se habla de prensa rosa, se habla de la Esteban. Es un prodigio, reúne audiencias millonarias, retroalimenta otros programas, ocupa portadas en las revistas, inunda la red, capta publicidad, inspira libros y tesis doctorales y es objeto de debate. ¡Es la leche! Por eso, nos guste o no, siempre será recordada.  Pero no se convertirá en un ejemplo, en un modelo a seguir.

Augusto Klappenbach se queja a Libro de Estilo alegando que “hacerle publicidad a una mujer que representa lo más mediocre y zafio de la cultura de este país hace pensar que ese periódico ha tomado partido por la telebasura”. Félix Moral habla sobre “un publirreportaje indigno al servicio de Telecinco". Julio Fernández declara “tanto las cadenas donde aparece la Esteban, como las pobres personas que se quedan horas viendo estos programas, no tienen gusto por la cultura”. 


¿Por qué una persona sin preparación ha alcanzado unos índices de popularidad sin precedentes en este país? ¿Por qué triunfa este modelo de televisión? 

Para empezar, trabaja sin guión, improvisando, sin cortarse un pelo. Esto gusta. Además, todo lo que ve lo relaciona con su familia y su entorno. Funciona. Sigue un estilo basto y machista. Es ambivalente, con rasgos muy femeninos (la madre que mata por su hijo) y también muy masculinos (su mala leche). A lo largo de sus diez años en televisión, se ha profesionalizado, sabe cuándo y cómo mirar a la cámara, integra perfectamente realidad y ficción, y provoca suspense. No le hace falta actuar, porque habla de su vida real, está vendida al público, a quienes alimenta diariamente de morbo, de sensacionalismo, de mierda. Y ella no es consciente, no sé da cuenta de lo qué hace. Y aunque finja ser feliz como siempre dice: “Gracias a Dios, mira como estoy, de puta madre”, es muy, muy, muy desgraciada. Es el gran bufón de España. Pero está triunfando… 

Algo se nos ha escapado, porque personas de esta categoría está alimentando a nuestra sociedad paleta y necia.  ¿Qué nos ha pasado? ¿Cómo hemos llegado a esta España de la incultura y el ridículo? ¿Por qué hemos tolerado un país donde exceden los catetos, donde todo es fútbol y nada más? La culpa… es lo de menos, claro que debemos pedir cuenta a los gobiernos de unos y otros, y a las televisiones por la venta diaria de basura, de vergüenza, de veneno. Aún así, los que se dedican a ver estos programas, los que están abandonando la lectura, los que pierden el ánimo por ilustrarse un mínimo, somos nosotros. Gracias a nosotros personas como Belén Esteban están donde están. Se preguntaba Jorge Allín, periodista de La Vanguardia, si el hecho de que Belén Esteban consiga audiencias millonarias en programas de telebasura, ¿es mérito suficiente para justificar esa preeminencia informativa? Está claro que en un país donde se valore un mínimo la cultura, no es mérito suficiente… pero aquí la cultura es lo de menos.

¿Qué podemos hacer para evitar que surja otra Esteban?¿Es posible reculturalizar a los jóvenes españoles?¿Dónde está la clave?¿En la familia, en el Ministerio de Educación?¿Qué pensáis vosotros?

Os adjunto dos links para más información:

lunes, 12 de septiembre de 2011

Si nos levantamos pronto, arrasaremos



Ayer leí en La Vanguardia una de estas típicas noticias que la gente pasa por alto: Los españoles, los más pesimistas de Europa según el barómetro del CIS. El 74% cree que el futuro estará lleno de incertidumbres. La mayoría prevé un empeoramiento del paro, la inseguridad, las drogas, el medio ambiente, la vivienda, la inmigración y las pensiones.

Es una noticia que puede preocuparte o motivarte. Porque... ¿Cuántos se habrán planteado que si hay un 74% de españoles pesimistas, significa que hay un 26% optimistas, o por lo menos con esperanzas? Si no lo habías pensado, pregúntate si formas parte de ese 74%. Pero, ¡don't worry, be happy! Haz una cosa, cuando vayas por la calle, fíjate en las caras, en los rostros de los demás. Verás que unos caminan con cara larga, cansados; otros con el ceño fruncido, preocupados por algo; y otros andarán con una expresión serena, como sonriendo. 

Hay quienes creen que pensar en positivo y poner buena cara es estar ciego ante la realidad. Planteado en estos términos, el mundo se divide en dos: los que ven la botella medio llena y los que no ven ni el recipiente. Hay quienes esperan, y quienes van a por ello. Quienes no preguntan; quienes no paran de buscar. Quienes se rallan enseguida, quienes disfrutan con cualquier parida. Quienes fracasarán, quienes arrasarán. Quienes van dormidos, quienes iluminan.Quienes morirán, quienes vivirán.


martes, 23 de agosto de 2011

HA LLEGADO LA HORA DE LOS VALIENTES


No hay palabras para describir lo que vimos y sentimos en el aeródromo más famoso de  nuestro país. Cualquier adjetivo se queda corto, cualquier foto, cualquier frase. Porque me da la sensación de que Jesús estaba tan presente en cada instante, en cada encuentro, en cada mirada, que estar ahí, aún teniendo esas condiciones climáticas y largas horas de espera; era algo muy especial y único. Ahí estaba todo el mundo. ¡Todo el mundo y más! Y qué bien se estaba ahí, qué gusto y que privilegio. Privilegio de ser cristiano, de saber que Dios cuenta contigo y tú con Él. Seguro que mucha gente se dio cuenta en Madrid de que ser cristiano es el mayor chollo del mundo. Es lo máximo, es insuperable. Para esto se creó la JMJ. Porque somos muy tozudos y humanos, y no nos damos cuenta de esto. Y si hay que montar un súper encuentro cada tres años para recordárnoslo, pues se monta.
Yo me quedo con la ilusión de todo lo vivido en Madrid. La semana previa a la celebración. Los nervios y las ganas. Las risas. Jóvenes sin complejos de todos los colores y lenguas, al ritmo de “¡Follow de leader, leader!”. La esperanza. Los más de 35º grados de calor. El esfuerzo. La mochila de peregrino. Un agradecido abanico, la tibia y azul cerveza, la mejor medicina en forma de cruz con un original prospecto. El compromiso. Un gorro australiano para cubrirte del sol del agosto español. Cibeles y Neptuno guiando a la masa hasta la puerta de Alcalá. Los bellos pasos andaluces. Caminar sin parar sabiendo que no podrás ir más allá. Conseguir colarte a base de sonrisas. Dos segundos de papamóvil que te iluminan el corazón. La emoción. Confesarte en el Retiro. Ver todas las órdenes religiosas y movimientos católicos en un solo día. El ideal de santidad. Compartirlo todo. Que los madrileños te mojen desde sus ventanas con cubos llenos de agua fresca. Estar media hora buscando tu saco a las cinco de la mañana, entre miles de peregrinos durmiendo, intentando no pisar a nadie. Largas conversaciones con desconocidos sin entender nada, pero riendo sin parar. La solidaridad. El caos en el metro. El estrés buscando las acreditaciones. La confianza. El coro de la JMJ. Los voluntarios que te mojan a manguerazos. La sonrisa tímida del Papa. Tragarte el sabroso polvo de Cuatro Vientos. La mejor lluvia. Los gigantescos rayos. Aquel desorden ordenado. Encontrarte a todas horas a conocidos. Los de aquí y los de allá. El cardenal Rouco. Río de Janeiro. Madrid. ¡España! Nuestro Papa. La Virgen. Jesús. Arraigados en Cristo. Firmes en la Fe.
Más de un millón y medio de jóvenes arrodillados en el barro adorando al Santísimo. 24.500 voluntarios que se dejaron la piel. 4.700 periodistas acreditados y 600 millones de espectadores en todo el mundo. 1.373 efectivos de limpieza que limpiaron las 127 toneladas de residuos. 2.500. 2.151 asistencias sanitarias.
Pero las JMJ no se acabaron. Todo empieza ahora. Sin miedos. A saco.

Deo Omnis Gloria

sábado, 30 de julio de 2011

La Vida del siglo XXI

Está siendo un verano movidito, con un clima egoísta y la vieja crisis que nos pone de vez en cuando un tanto nerviosos. Da la sensación, que al leer el periódico o ver el telediario, encontramos más malas noticias que buenas, pero hay que contraatacar antes de que este pesimismo nos pille a todos sin estar preparados. Dejemos de pensar en la pasta, porque la crisis del dinero es menos importante que la crisis del espíritu. Dediquémonos a formarnos para humanizar la sociedad, Europa, el mundo, y si hace falta, Narnia. ¡Que no puede ser que un ser humano del siglo XXI se esté especializando en ser un egoísta maquiavélico!
Justo sobre esto me mandó un amigo un mail. Un mail cojonudo y larguísimo sobre cómo está el patio en la vida moderna del maravilloso siglo XXI. He dividido el mail en dos partes. La primera habla sobre eogísmo y la segunda, sobre cómo salvar esta delicada situación:
- Parte 1 -
Hoy la gente no está por la labor de arriesgar. Se busca la seguridad, el confort, el bienestar, la comodidad, la riqueza, el lujo, el derroche… No hay más limitaciones que la capacidad de hartazgo. Si no bebo más, no es por templanza, ni por sobriedad, es porque me caigo pedo al suelo, no por falta de ganas…
 ¿Has visto la de matrimonios "recién casados" que no tienen pensado tener hijos? Dicen que eso es cosa de los emigrantes, que no tienen tiempo para limpiar culos, que ahora están para disfrutar, que eso se lo plantearán después, que los hijos ya vendrán luego, cuando no puedan hacer otra cosa, con un in vitro y gastándose un porrón de dinero, para que luego les salgan bichos, en vez de hijos. “Es que es mucha responsabilidad para mí, no estoy preparado" (¿y la que tus padres tuvieron contigo...?).
Nos matamos a trabajar. No hay límite al esfuerzo, siempre que tenga resultados en dinero. Para lo demás, ya vamos más despacio y con más cuidado: para atender a nuestra familia, para ayudar a nuestros amigos, para atender a los menos favorecidos… Eso que lo hagan las monjas, o el gobierno, que para eso están. ¡Es de ley! Pero la gente es la pera. Sólo piensa en el dinero, en el dichoso dinero. Viven para ser los muertos más ricos del cementerio.
Si cuando tenías que hacer deporte, hacías botellón, no te habrás desarrollado muscularmente, no habrás crecido, ni tendrás desarrollado tu cuerpo. Si cuando tenías que prepararte para la vida profesional, te dedicaste a las fiestukis, después eres un impresentable y un inútil. Si cuando tenías que preparar tu generosidad para darle tu corazón entero, noble y limpio, a la futura madre de tus hijos, y en vez de eso te dedicabas al revolcón de los viernes, te habrás convertido en un asqueroso lascivo desarreglado y obseso sexual. Y si cuando tenías que desarrollar tu paternidad, te dedicas a vivir como un adolescente caprichoso y nuevo rico, cuando vengan los hijos no sabrás ni qué  hacer con ellos, porque se te habrá pasado el arroz, y no tendrás ya ni el aguante, ni el cariño, ni el amor, ni la entrega que son imprescindibles para sacar una familia adelante. Punto. Eso es así.

sábado, 23 de julio de 2011

La mode et des apparences

Reflexionar sobre la moda es reflexionar sobre el ornato egocéntrico, pero lícito, de cada uno. Intervienen en esta reflexión el adorno, la compostura, lo efímero y en definitiva, la apariencia. ¿Por qué unos se compran un Lacoste y otros compran uno falso en el mercadillo, o por qué unos se compran unas Rayban y otros compran baratas copias al topmanta? ¿Por la calidad, el poder adquisitivo, por la estética… o para parecer alguien fashion y molón? Todos hemos sido y somos de vez en cuando fashion victims porque es inevitable. Nuestra sociedad materialista valora demasiado lo efímero y lo importante no es quién eres, sino qué tienes. Por eso nos ocultamos, queriendo o sin querer, vistiendo ropa llamativa.
Atención a lo que dice  Rocío Mier y Virginia Aspe en su artículo sobre las apariencias: “Hoy, el lenguaje es poético. Es decir, hay una tendencia actual a conocer desde la sola apariencia y las emociones. Se prefiere lo misterioso y subjetivo; lo oculto, pero manifestado por una apariencia que remite a algo más”. Por ejemplo, los hippies,  un movimiento cuya apariencia remitía a sus principios.
La clave del misterio es la que hace a la moda una paradoja. Sirve para diferenciarse del resto, pero a la vez es un acuerdo común, luego, la diferencia es individual, el consenso, universal. Fantástico. Pero pongámonos serios ¿Por qué cada vez vemos a más gente vistiendo de una forma pintoresca o estrafalaria? ¿Será por nuestra sociedad de consumo? ¿Los complejos de inferioridad o la baja autoestima? ¿Por gusto a la elegancia? Sea por lo que sea, siempre está ahí lo que el antropólogo Lipovetsky llama la magia de las apariencias, esa renovación de las formas con un valor mundano, una forma específica del cambio social. Curioso y divertido es intentar descubrir las conexiones entre la dimensión estética y el ser de una persona. El color de un vestido, su valor sensual, el tipo de tejido... Representan algo. Y es que la moda es una re-presentación, por eso supone experiencias pasadas, porque manifiesta la sensibilidad del hombre en el tiempo.
Concluyendo, la moda es siempre una apariencia que manifiesta o desvela algo. Así, crear la moda y vestirse, es un arte, un arte espiritual.


Anexo:



- El Imperio de lo Efímero. La moda y su destino en las sociedades modernas, Gilles Lipovetsky, 1987.
 

jueves, 7 de julio de 2011

Be water my friend


Decía Sócrates, mucho antes de que su patria se hundiera en el más hondo de los pozos europeos, que lo primero que tenía que hacer el hombre para entender la realidad es conocerse a sí mismo -Nosce te ipsum- y así controlar mejor sus emociones. Hoy en día es clave ser optimistas, andar sin complejos, sonreír, y más en un planeta como el nuestro… Porque vivimos acelerados y nos detenemos poco, o nada, en los pequeños detalles. Tengo que hacer, tengo que ir… ¿Tengo o quiero? Nos asfixiamos creándonos infinitas obligaciones sin poder relajarnos ni un minuto. Nos encanta estresarnos y peor aún, rallarnos.


En los años noventa, Daniel Goleman escribió un libro, Emotional Intelligence, en el que nos advertía que perdemos demasiado el tiempo y un 40% de nuestras energías en resolver conflictos que podrían haberse prevenido ¿Y si paramos el mundo y nos bajamos por unos minutos y nos regalamos  unos instantes, un café recién hecho, un pellizco de chocolate, una canción…? David Caruso, autor de The Emotionally Intelligent Manager, mantenía que es necesario identificar con precisión nuestras emociones, pues son un auténtico medidor del ánimo. Al final consiste en comprendernos para comprender a los demás y poder ayudarnos. Porque estamos viviendo una época en la que una sonrisa hace mucho, en las que unas simples palabras de ánimo dan esperanza; un tiempo que carece de motivación y liderazgo. Por esto es importante pararse y pensar, para poner fin al innecesario sufrimiento y alcanzar la plenitud que tanto anhelamos.
Conócete a ti mismo, aprende a manejar tus emociones, a crear la propia motivación y gestionar las relaciones. No nos damos cuenta del gran poder de las emociones sobre la mente pensante y seguimos con el frecuente conflicto entre los sentimientos y la razón. No te crispes, ni te regocijes en un aburrimiento interior sin salida a la espera de un rescate. Te ahorrarás muchas pérdidas de cabeza, porque al final, todo o casi todo, los peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia hacia una meta a pesar de los fracasos, el enfrentar riesgos, es muy superable, efímero e irreal, todo pasa. Por esto es importante entrenar a la mente y la propia fortaleza. Como la fuerza que transmite un maestro jedi, o como la que enseñaba el maestro Bruce Lee con un “be water my friend”. Como dice un santo: “¿Para qué ser aves de corral pudiendo volar como las águilas?”.

lunes, 27 de junio de 2011

De Indies y Vaqueros

Algo está pasando en el mundo musical. Y algo maravillos está por llegar...

Como dice Javier Menéndez en su columna de la página 8 de la Rolling Stone, todos los grandes grupos de la historia fueron indies al menos 15 minutos. Muchos creen que el artista que tiene una imagen romántica y magnificada es indie. Pues no. Lo Indie no tiene que ver con el género musical o con la imagen; más bien es una actitud frente los medios para dar a conocer su trabajo. Un indie no sale en la portada de la Rolling Stone, no da un concierto frente más de 10.000 personas… Indie o independiente es todo aquel que para dar a conocer su trabajo recurre a la labor artesanal de un sello familiar, fuera de las lógicas de las compañías y corporaciones de la industria cultural. Los indie se adhieren a las compañias independientes por el bajo coste y porque hay más libertad. Por tanto, vemos que el fenómeno indie  está ligado a las condiciones de producción y circulación de su obra, y no a un género musical. Existe el rock alternativo, el folkrock, el britpop, el new wave, géneros influenciados por el rock psicodélico de los Beatles, el country de Cash, el punk de los Ramones... pero no hay un género indie concreto. Lo que sí se cultiva son estilos que tienen en común una gama de instrumentos y presentaciones musicales por las que muchos grupos de rockfolk, artrock y en definitiva, rock alternativo, son tildados de grupos indie. Hacen uso de la guitarra acústica, pianos, violes, banjo, electrónica, panderetas, castañuelas, armónicas, ukeleles, varias voces en sintonía... para conseguir una melodía sensible, melancólica, suave y delicada, de estructura fracturada, con cambios de ritmo y música experimental.

Es conocida la frase “Do it yourself" (hágalo usted mismo) para definir lo indie. Así lo hicieron The Strokes, The Killers, The Velvet Underground, Delafé y las flores azulesArcade Fire, Coldplay, My Chemical Romance... siguiendo una línea independiente para explorar los sonidos, las emociones y los temas que nada tenían que ver con el mainstream del momento. Y así lo estan haciendo  Vampire Weekend, Mumford&Sons, Russian Red, Hola a Todo el Mundo, Delorean, Arizona Baby, Joe la Reina, Fleet Foxes... Grupos que poco a poco irán definiendo su estilo, y que en no mucho tiempo conseguirán trascender los círculos independientes, ser captados por una multi y liberarse de la etiqueta indie.

Pero esta moda de condenar el éxito masivo y ensalzar lo minoritario no hace sino evidenciar algunos prejuicios. Vender mucho significa llegar a muchos y no hay un solo artista que sea alérgico a eso. Aunque Pucho, líder de Vetusta Morla afirma: “Si quieres, puedes ir de estrellam, pero no tiene sentido; es mejor establcer un contacto directo con la gente, algo mucho más sano y realista”. Cuando le preguntaron a Roger Padilla, guitarrista del grupo Manel si se consideraban indie, respondió: “¿Indie? Nosotros nos dedicamos al costumbrismo catalán, fabricado a base de efectivas melodías, letras detallistar y cuidadísimos arreglos. Y con esto nos conformamos”. Además, este estilo musical se ve reflejado en la tendencia de lo hipster, que toma como modelos a los artistas indie. Son conocidos a través de MySpace, Spotify, del boca a boca... así es como conocimos a Lourdes Hernández (Russian Red). 

Han asaltado los palacios del pop, se han montado en la furgoneta y se dedican a recorrer kilómetros, parándose en bares y en los geniales festivales de música alternativa como el San Miguel Primavera Sound, el FIB, Dale la Vuelta al Mundo... no para mostrar su música, sino su espíritu.


Os dejo unos links para saber más:







http://elgalloverde.wordpress.com/2011/06/17/disco-de-la-semana-un-gramo-de-fe-pony-bravo/