sábado, 15 de octubre de 2011

Mi barba no tiene tres pelos


Contigo me hice más fuerte, aumentaste mi autoestima y ya nunca estuve solo. Me dices que te cuide, pero no puedo invertir mucho tiempo en ti... Además últimamente estás siendo muy criticada, ¿puedes hacer algo? Podrías crecer pelirroja o liberar cuatro canas, ahí brillando en medio de la oscuridad, pero entonces todos se rallarían como si no hubieran visto nunca un pelo gris ¿Y si te instalas más arriba, por las mejillas? Es que me da la sensación de que pasas de mi, que vas a tu rollo y no sé si te das cuenta de que aquí, el que sufre soy yo, el que recibe las críticas soy yo; no te imaginas lo que es ir cada día a clase y ver la preocupación de tantos por ti, te aman y te odian, pero yo siempre te defiendo. Cuando me dicen que por qué no me corto la barba yo les pregunto que por qué no se cortan ellos la… Y a veces hasta me tengo que inventar el origen de tu aparición estelar en mi mentón hace ya meses, ¿te acuerdas? Todo empezó por una apuesta, que claramente, ganamos.

He pensado que, a partir de ahora, si se meten contigo, les soltaré ese rollo que me contaste hace dos meses sobre la historia de tu familia. De cómo os usaban hace más de cinco mil años para manifestar la soberanía y sabiduría de no sé quién ¿Y los espartanos? Siempre te cayeron mal, porque os dejaban crecer y os trenzaban para ir de machotes. Prefieres más la vida de tus primos de la India, donde crecen libremente, sin recortes, sin jabón… Pero sin duda, tu época favorita es la de los idílicos años sesenta y setenta, cuando disteis la vuelta al mundo a todo color. También pasasteis por malos momentos, sobre todo cuando en los años ochenta los tíos se amariconaron y salió al mercado la Gillete Match 3 Turbo Fusion Explorer con microondas y karaoke

Pero en general, siempre me lo recuerdas, habéis tenido una buena vida. El mundo os ha dado mucho protagonismo, estuvisteis en los grandes acontecimientos mundanos y los grandes personajes de la historia os han llevado con dignidad.

Ten en cuenta que solo me tienes a mi, que como tú, somos incomprendidos por ellos. No nos entienden, y mira que hablo en su lengua, aunque a veces se ríen de mi acento. Pero la verdad es que estoy orgulloso de llevarte conmigo. Te prometo que te tendré más en cuenta, ¿ok? Y sí, mañana retiraré definitivamente la bolsa con cuchillas de afeitar de la estantería, que lleva ahí meses con una leve capa de polvo. 

Gracias por no esconderte cuando más te he necesitado. Ahora toca seguir así, como los grandes barbudos de la historia. Que se enteren de que mi barba no tiene tres pelos.

 Sócrates

 Jesucristo

 Carlomagno

 Santa Claus

 Shakespeare

 Bécquer

 Lincoln

 Darwin

 Che Guevara

 Cat Estevens

Zach Galifianakis


lunes, 10 de octubre de 2011

El presidente poeta


Así será recordado Jose Luis, como un poeta:
"La Tierra no pertenece a nadie
salvo al viento"

jueves, 6 de octubre de 2011

El último gran mago

Estamos aquí­ para dar un mordisco al universo. Si no, ¿Para qué otra cosa podemos estar aquí­?

Esta mañana,  en el desayuno, solo se hablaba de Steve. De que había decidido irse. De que Apple ha perdido a su padre, de que el mundo se ha quedado un poco más huérfano con la muerte de un genio.

Se marcha el hombre que se anticipó al tiempo, una mente maravillosa, la personificación de la innovación, una inspiración mundial, un mito. 

Él arriesgó y ganó. Luego perdió, ganó, perdió, ganó; se caía, se levantaba, fundaba una empresa, lo echaban, lo volvían a contratar… Siempre avanti. Aprovechó todo su talento sin complicarse la vida, poco a poco, escuchando, experimentando y arrasando desde el primer día. Se puede escribir mil cosas sobre su vida, su discurso de Stanford, su relación con Bill Gates, sus inventos… Pero ya tenemos suficiente con twitter y toda la red para leer cómo ha reaccionado el mundo ante tal suceso.

Me ha dado un poco de pena, sobre todo, después de leer el artículo que XLSemanal le dedicaba el pasado domingo, dónde Jobs hablaba sobre su cáncer y su familia. Porque es la típica persona de la que oyes hablar casi cada día. Cada día oyes en los medios algo sobre Apple. Y lo tienes muy presente, de manera que cuando desaparece, te das cuenta del papel que jugaba en este mundo. Y le debemos mucho. Revolucionó la forma en la que el ser humano escribe y diseña en el ordenador y escucha música, habla por teléfono y navega por la Red. 

Dejándose llevar por su imaginación, improvisando y apostando por lo diferente, poco a poco, revolucionó al hombre. Por eso y todo lo demás, será recordado siempre.

sábado, 1 de octubre de 2011

EL TRIUNFO DE LA VERGÜENZA

-Yo no soy chulita, así que ten mucho cuidado, ¿vale?-

Husmeando un blog, pude leer un artículo sobre los españoles más populares del momento en el que según un estudio realizado por Personality Media, el hombre más famoso en España es Pau Gasol, seguido de Rafa Nadal, Iker Casillas, Iniesta, Josep Guardiola… Y entre las mujeres, encontramos a la oscarizada Penélope Cruz, Leticia Ortiz, la duquesa de Alba, etc. La nota desafinada llegó con el nombre de Belén Esteban, quien está entre las diez mujeres más populares de nuestro país ¡Belén Esteban!¡Qué bajón! Qué triste que se le de tanta importancia y se venere a alguien de este calibre (porque las abuelitas y niñas tontas que ven estos programas adoran a la “princesa del pueblo”).

Belén Esteban no tiene estudios. No es guapa, no sabe bailar, no es actriz, no es aristócrata, no está casada con un famoso, no ha ganado un premio importante. Belén Esteban no tiene méritos. Su único mérito ha sido acostarse con un torero. Y de ahí surgió su hija Andreita, el gran chollo. Aún así, hay que admitir que lo que consigue es, como mínimo, digno de ser recordado. En España no se habla de prensa rosa, se habla de la Esteban. Es un prodigio, reúne audiencias millonarias, retroalimenta otros programas, ocupa portadas en las revistas, inunda la red, capta publicidad, inspira libros y tesis doctorales y es objeto de debate. ¡Es la leche! Por eso, nos guste o no, siempre será recordada.  Pero no se convertirá en un ejemplo, en un modelo a seguir.

Augusto Klappenbach se queja a Libro de Estilo alegando que “hacerle publicidad a una mujer que representa lo más mediocre y zafio de la cultura de este país hace pensar que ese periódico ha tomado partido por la telebasura”. Félix Moral habla sobre “un publirreportaje indigno al servicio de Telecinco". Julio Fernández declara “tanto las cadenas donde aparece la Esteban, como las pobres personas que se quedan horas viendo estos programas, no tienen gusto por la cultura”. 


¿Por qué una persona sin preparación ha alcanzado unos índices de popularidad sin precedentes en este país? ¿Por qué triunfa este modelo de televisión? 

Para empezar, trabaja sin guión, improvisando, sin cortarse un pelo. Esto gusta. Además, todo lo que ve lo relaciona con su familia y su entorno. Funciona. Sigue un estilo basto y machista. Es ambivalente, con rasgos muy femeninos (la madre que mata por su hijo) y también muy masculinos (su mala leche). A lo largo de sus diez años en televisión, se ha profesionalizado, sabe cuándo y cómo mirar a la cámara, integra perfectamente realidad y ficción, y provoca suspense. No le hace falta actuar, porque habla de su vida real, está vendida al público, a quienes alimenta diariamente de morbo, de sensacionalismo, de mierda. Y ella no es consciente, no sé da cuenta de lo qué hace. Y aunque finja ser feliz como siempre dice: “Gracias a Dios, mira como estoy, de puta madre”, es muy, muy, muy desgraciada. Es el gran bufón de España. Pero está triunfando… 

Algo se nos ha escapado, porque personas de esta categoría está alimentando a nuestra sociedad paleta y necia.  ¿Qué nos ha pasado? ¿Cómo hemos llegado a esta España de la incultura y el ridículo? ¿Por qué hemos tolerado un país donde exceden los catetos, donde todo es fútbol y nada más? La culpa… es lo de menos, claro que debemos pedir cuenta a los gobiernos de unos y otros, y a las televisiones por la venta diaria de basura, de vergüenza, de veneno. Aún así, los que se dedican a ver estos programas, los que están abandonando la lectura, los que pierden el ánimo por ilustrarse un mínimo, somos nosotros. Gracias a nosotros personas como Belén Esteban están donde están. Se preguntaba Jorge Allín, periodista de La Vanguardia, si el hecho de que Belén Esteban consiga audiencias millonarias en programas de telebasura, ¿es mérito suficiente para justificar esa preeminencia informativa? Está claro que en un país donde se valore un mínimo la cultura, no es mérito suficiente… pero aquí la cultura es lo de menos.

¿Qué podemos hacer para evitar que surja otra Esteban?¿Es posible reculturalizar a los jóvenes españoles?¿Dónde está la clave?¿En la familia, en el Ministerio de Educación?¿Qué pensáis vosotros?

Os adjunto dos links para más información: